En el ancho del Colegio nos abre la monumental fachada de la Iglesia de los Grillos, a veces perdida en el caserío típico portuense. De hecho, esta que era la iglesia y colegio de São Lourenço en Porto fue construida a finales del siglo XVI, en un estilo, principalmente manierista y barroco jesuítico, pero cuenta también con líneas neoclásicas.
La Iglesia y Colegio de San Lorenzo, popularmente conocida como Iglesia de los Grilos, comenzó a ser construida en 1577 por los jesuitas, en un estilo principalmente manierista barroco-jesuítico. Para su construcción fueron decisivas las donaciones de los fieles, así como de Frei Luís Álvaro de Távora, del cual se puede ver el escudo en la fachada.
A pesar de los muchos contratiempos y oposiciones en su construcción, los seguidores de San Ignacio de Loyola acabaron por conseguir fundar el colegio en el que se imparte clases gratuitas.
En 1759, por orden del Marqués de Pombal, la compañía fue suprimida y sus hermanos fueron expulsados, reintegrados en diferentes órdenes seculares, o castigados por todo el país y el monasterio fue donado a otro orden que allí se estableció hasta 1832.
Eran los Frailes Descalzos de St. Augustine que, por haber basan previamente en el sitio de Grillo en Lisboa y apodado "Frailes-Grillo", dio el nombre a esta iglesia.
Durante las guerras liberales, en el Cerco de Porto, los Frailes fueron obligados a abandonar la iglesia, habiendo servido para albergar el batallón académico de D. Pedro, donde se incluía el escritor de Porto Almeida Garrett.
Hoy el edificio ganó una nueva vida, albergando el museo de arte sacro y arqueología en una de sus alas.
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