En la cima sur de la antigua judería medieval, en la calle de São Bento da Vitória, existe uno de los mejores miradores de Porto. La pequeña plaza donde ahora se abre un paisaje de donde se pueden ver las bodegas del Vino de Porto y los barcos Rabelo en la margen del río Duero, fue también escenario de las guerras liberales, quedando una de las balas de la batalla presa en la pared de la Iglesia de Nossa Señora de la Victoria.
De este mirador se puede ver el Palacio de la Bolsa, la Iglesia de San Francisco, el Puente Luis I, el cerro de la Sé y el Palacio Episcopal, y el Monasterio de la Sierra del Pilar, convirtiéndolo en uno de los más amplios miradores de la ciudad.
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